Semana de recuperación para la soja, maíz y trigo en Chicago

En una semana corta tras el feriado del lunes por el Día del Trabajo en Estados Unidos, Chicago dejó mejoras generalizadas para los precios de los granos la pasada semana, con una activa participación de los fondos de inversión, que concentraron compras en las dos primeras jornadas y que tomaron ganancias entre el jueves y el viernes. La falta de humedad que se viene registrando en las zonas productoras de granos gruesos favorecieron a la soja y al maíz, en tanto que los problemas con la oferta europea y la falta de humedad en las zonas productoras de invierno de EEUU alentaron las mejoras para el trigo.

En una semana corta tras el feriado del lunes por el Día del Trabajo en Estados Unidos, Chicago dejó mejoras generalizadas para los precios de los granos la pasada semana, con una activa participación de los fondos de inversión, que concentraron compras en las dos primeras jornadas y que tomaron ganancias entre el jueves y el viernes. La falta de humedad que se viene registrando en las zonas productoras de granos gruesos favorecieron a la soja y al maíz, en tanto que los problemas con la oferta europea y la falta de humedad en las zonas productoras de invierno de EEUU alentaron las mejoras para el trigo. Pese a las importantes bajas del viernes, impulsadas por una toma de ganancias de los inversores tras cinco ruedas alcistas seguidas, la soja completó en Chicago la tercera semana con saldo positivo consecutiva, luego de que los contratos noviembre y enero sumaron 0,50% y 0,54%, al pasar de 367,44 a 369,27 y de 373,69 a 375,70 dólares por tonelada. En las últimas tres semanas las lluvias fueron esquivas con buena parte del cinturón sojero/maicero y esto podría haber afectado el potencial de rinde de los cultivos más tardíos. Esto no significa que la cosecha dejará de ser récord, sino que el volumen no iría más allá de los 124,90 millones de toneladas proyectados en agosto por el USDA, en función de un rendimiento promedio nacional de 35,78 quintales. En ese sentido, y en la previa del nuevo reporte mensual del organismo, que se publicará este jueves próximo, algunos privados anticiparon sus expectativas. Fue el caso de las firmas Allendale, que calculó producción y rindes en 125,22 millones de toneladas y en 35,84 quintales por hectárea, y de StoneX, que estimó 124,51 millones de toneladas y 35,64 quintales por hectárea. Y volviendo a la falta de humedad, el jueves, tras la actualización del mapa que monitorea la sequía en Estados Unidos, el Centro Nacional de Mitigación de la Sequía de la Universidad de Nebraska-Lincoln elevó del 5,49% al 11,72% el área con sequía moderada en el Medio Oeste, un dato que se mantuvo lejos del 44,43% de igual momento de 2023. Ohio continúa siendo el Estado que presenta el mayor déficit de humedad, con una variación semanal del 37,90% al 61,90% de la superficie bajo condiciones de sequía moderada; del 24,64% al 31,49% con sequía severa, y del 16,33 al 22,21% con sequía extrema. En función del nuevo mapa, el USDA incrementó del 12% al 19% el área cubierta con soja que experimenta algún nivel de sequía, pero la mantuvo a distancia del 43% vigente un año atrás. Aportó a la tónica alcista de los precios de la soja la falta de humedad que se registra en zonas de Paraná y de Mato Grosso, los dos principales estados productores de granos de Brasil donde en breve debe comenzar la siembra 2024/2025 de soja. En general los pronósticos auguran precipitaciones por debajo de las marcas usuales para lo que resta del mes. No obstante, la humedad volvería a registros normales en octubre, que es el mes donde las labores de siembra se generalizan. Pese a esto, y a la chance de que las labores arranquen demoradas, según el promedio de cifras relevadas por Reuters entre estimadores privados, la producción de soja 2024/2025 alcanzaría un récord de 168 millones de toneladas y superaría en un 14% los 147,38 millones calculados por la Conab para el ciclo 2023/2024. La superficie sembrada aumentaría un 1,3%, hasta los 46,6 millones de hectáreas. Si bien este dato también sería récord, implicaría el crecimiento más moderado para el área con soja desde la campaña 2006/2007. Los estimadores apuntan a un incremento de la productividad de los cultivos por la chance de buenas lluvias desde octubre que auguran los climatólogos. Vale recordar que el USDA prevé la producción de soja brasileña en 169 millones de toneladas. El maíz completó la segunda semana positiva seguida en Chicago, donde los contratos diciembre y marzo sumaron 1,30% y un 1,32%, tras variar de 157,87 a 159,93 y de 164,95 a 167,12 dólares por tonelada. Pese a que las mejoras se vieron muy disminuidas por la toma de ganancias hecha por los fondos especuladores en las últimas dos ruedas del segmento y por el avance de la cosecha en regiones que hacen su aporte –aunque mínimo– al volumen general. En tanto, el trigo logró la segunda semana positiva consecutiva en el mercado estadounidense. En efecto, en Chicago los contratos diciembre y marzo sumaron 2,81% y 2,48%, al pasar de 202,62 a 208,32 y de 210,27 a 215,48 dólares por tonelada. En una semana corta, que los tuvo a los fondos –y a sus propias lógicas– como activos protagonistas, con compras el martes y el miércoles, y con retiro de ganancias el jueves y el viernes. Con la siembra de los trigos de invierno de la nueva campaña en marcha y reportada el martes por el USDA sobre el 2% del área prevista, es motivo de preocupación la falta de humedad que se evidencian en zonas productoras de Kansas, Washington, Montana y de Oklahoma. En ese sentido, tras la actualización semanal del mapa que monitorea la sequía en territorio estadounidense, el USDA elevó del 47% al 52% la superficie usualmente destinada a trigos de invierno que experimenta algún nivel de sequía, contra el 46% de igual momento de 2023.